Como tener una buena relación con tu asesoría

Evita esperar al último momento para entregar las facturas cada trimestre. Si solo sucede una vez, no pasa nada, pero no debería ser algo recurrente.

De esa forma, cuando llegue el momento de presentar los impuestos, ya tendrán a mano todo lo necesario y podrán presentarlos con calma y con tiempo. Las prisas no son buenas, hacerlo en el último momento supone un esfuerzo extra, estrés y enfado, sobre todo si te han estado pidiendo varias veces que les lleves o envíes las facturas.

Para ello, te propongo que cada mes recopiles las facturas y las vayas guardando en una carpeta, o se las envíes o las compartas a través de una plataforma. Lo que mejor le vaya a tu asesor o asesora y a ti, dentro de la forma en la que trabajéis.

Otro beneficio de presentar todo con tiempo es que podrán informarte antes sobre posibles irregularidades e, incluso, tendrán tiempo para informarte sobre tu contabilidad y tus impuestos.

Por eso es crucial hacer lo posible por tener una relación lo más cercana y cordial con la asesoría.

De esta forma, te evitas recibir cualquier tipo de sanción o tener cualquier problema con Hacienda, por ejemplo.

Es fundamental que seas consciente de que, si la asesoría te sugiere no hacer algo, por mucho que tú lo quieras hacer, te está aconsejando por tu propio bien. 

La prueba de que la asesoría no es tu enemiga es que, si lo haces igualmente y pasa algo, te ayudará a arreglarlo, a pesar de que podías haberlo evitado si hubieras tenido en cuenta su opinión.

¿Ves la diferencia?